martes, 31 de agosto de 2010

Diversidad de palabras (articulista invitado)

Urbanal



Tome nota, próximo alcalde o alcaldesa


Manuel Vásquez.

Ahora que ya fializaron las campañas, y que la lucha está tomando caminos, donde el descrédito, los golpes bajos, las descalificaciones, y la guerra sucia, empañaron el ambiente impidiendo al electorado visualizar de maneja objetiva las propuestas y los fines de un nuevo alcalde o gobernante, nos encontramos ante el propósito de visualizar a Xalapa con algunos de sus problemas para que la nueva alcaldesa tome nota.


Y es que Xalapa no es nada más baches, calles rotas, puentes inconclusos, vías urbanas limitadas y bardas pintadas sin control alguno, Xalapa es una urbe compleja, el aspecto social ha desbordado ya su problemática, las colonias suburbanas albergan miles de jóvenes que no cuentan con espacios de cultura y recreación, la cultura ha sido vista por los últimos alcaldes como algo innecesario o superfluo, incluso al grado de reducir al mínimo el presupuesto para este rubro, delegando al cobijo de las instituciones del gobierno estatal y la Universidad Veracruzana, o la sociedad civil, la actividad cultural formal, nula actividad formativa, y nulo proceso ciudadano de acopio histórico de la cultura popular.


Baste analizar los espacios creados para fines culturales con carteleras sostenidas y sus ubicaciones, el centro recreativo Xalapeño, con escaso espectro de oferta cultural, y sostenido por el ayuntamiento, trabaja en comodato con artistas o maestros que enseñan pero cobran un cuota de recuperación; la casa del lago, actualmente propiedad de la Universidad Veracruzana, no tiene cartelera formal ni tampoco actividad abierta a la ciudadaní;, el ágora de la ciudad, con un programa de actividades permanente, ha concentrado su oferta básicamente a las muestras de cine alternativo, y las galerías de arte en exposiciones de artistas de México o la región, espacios que debemos decirlo, sin ser excluyentes se vuelven elitistas pues están abiertos al público pero no cuentan con programas de atracción de públicos infantiles ni juveniles.


Otros espacios como, “Café teatro tierra luna”, “la távola”,(desparecida hace poco) “La Tentación”, “El Refugio”, “El Escarabajo”, “La Casa de María”, “La Diva”, “Rock Star”, son espacios de la iniciativa privada, que tienen pequeños foros, donde se presentan grupos de rock, y otros tipos de música original, misma que refleja el movimiento alternativo de la ciudad, pero también el discurso de contracultura que se convierte en vanguardia estética por su propia fuerza y expresión.


Podemos afirmar que en el resto de la ciudad, no existen más espacios de expresión, y difusión de la cultura, el hemiciclo de la antigua Normal Veracruzana siempre con maleza y sin ningún tipo de actividad cultural, el anfiteatro del Seguro Social, un bello espacio al aire libre, abandonado y oliendo a orines todo el tiempo, la plaza quinto centenario ocasionalmente ocupada para espectáculos, ahora francamente abandonada, la isla del cuarto lago, y sus pequeños hemiciclos sin actividad cultural alguna desde hace décadas, los foros al aire libre de la USBI, sin programación cultural fija, la Escuela Normal Veracruzana y sus auditorios, otrora fuente de actividad cultural abierta, sin ningún tipo de extensión cultural programada, en las colonias populares, ningún otro espacio donde se fortalezca la actividad representativa, que es expresión de la actualidad de una ciudad y su sociedad, el teatro.- solamente recuperado, en los últimos meses gracias al tesón del maestro Oceranski, en la carpa la libertad, y los títeres, que se han refugiado gracias al amoroso cuidado de sus creadores muy cerca de los berros.


El bombo y platillo de la pinacoteca Diego Rivera, y las otras galerías de arte diseminadas por la capital, no pueden ocultar la frialdad y escasez de público visitante, pues debemos decirlo, al concepto de cultura oficial, subyace el eventismo y el relumbrón político, del aspirante o del gobernante en turno, que dependiendo de su formación, sensibilidad, y cultura ve en estos espacios y sus oficios, una veta clientelar, que si no existe, simplemente deja de ser objetivo programático o propuesta seria de acción.


La nota,  futura Señora Alcaldesa, es que a Xalapa le urge un programa integral que visualice la cultura y sus espacios de una manera formal, mediante la creación de programas que tengan una metodología y una sistematización eminentemente social, programas que tengan presupuestos dignos y suficientes, que hagan llegar el teatro, la danza, la música, las artes plásticas, la poesía, la oratoria, y el cine a las mayorías marginales, proceso que empeñe de manera decisiva un desarrollo de nuevos habitantes, más conscientes, más informados, más sensibles, involucrados y comprometidos con la actividad colectiva, programas que correlacionen a los habitantes de las colonias populares en la búsqueda y consolidación de espacios cercanos a sus realidades y a su entorno inmediato.


La nota, futura alcaldesa, es dejar de ver a la ciudad, como botín de empresarios, para que obtengan riqueza sin invertir en lo sustantivo, dejar de ver a la ciudad como una trama de calles, focos, postes, tuberías, bardas y edificios, también dejar de ver a sus habitantes (la mayoría) como hambrientos, desposeídos, dignos de lastima, menesterosos a los que en público se les ayude a conseguir las medicinas, los zapatitos usados, la silla de ruedas, o el medicamento, está bien hacer eso por quienes nada tienen, pero la sociedad Xalapeña es mucho más, en esa dimensión proactiva y solidaria.


La nota, alcaldesa del 2010, es afrontar una realidad de narcotráfico y drogadicción en la ciudad, que el gobierno federal está combatiendo en un solo frente y con balas, para dar la cara de otra manera al mismo problema, la educación en el arte, la sensibilización en conciertos masivos y gratuitos, la creación de festivales de nuevos creadores, el teatro callejero, el malabarismo profesional y sus cauces hacia los nuevos modelos de espectáculo, las canchas de fut bol rápido, de básquet ball, el cine trashumante de sillita, la radio comunitaria, la utilización de los espacios disponibles y subutilizados como los que ya mencionamos, y sobre todo el verdadero liderazgo, creando lazos, negociaciones, enlaces, esquemas de autogestión, y patrocinio moral, de nuevas estructuras, en las cuales la cultura deje de ser lo que actualmente es, un bien superfluo, innecesario, caro o inútil, finalmente un bien que no aporta votos, al contendiente, y sí un forzado paso a la toma de conciencia política, que se ha postergado en los últimos 70 años en esta ciudad, con escasas y honrosísimas excepciones.

(Manuel Vázquez Domínguez es originario de la ciudad de Xalapa, Veracruz. Maestro de profesión, estudió música en la universidad veracruzana, promotor cultural, y asesor por más de diez años en el ámbito educativo estatal.
Se inicia en 1976 en la música latinoamericana con el grupo "Canto de América" viajando por todo el país como exponente del folklore latinoamericano. Desde 1990 produce y genera álbumes para diferentes agrupaciones de la región como "Tlen-Huicani", "Combo Ninguno" “son Sonteño,” “grupo cascabel” “Danzonera la playa” grupo Bemberecua entre otros. Desde 1992 inicia su actividad como productor radiofónico y jinglista. Entre sus actividades radiofónicas destacan "Café Xalapa", para Radio UV en 1998, y "Nuestros talentos", dedicado a difundir la música de los nuevos talentos veracruzanos. Suite continental, desde el año 2000, espacio dedicado a la música latinoamericana, Actualmente es coordinador artístico del grupo "Jugosos dividendos" creadores de su propia música.
Periodista cultural y columnista en los periódicos, la jornada, formato siete, revista región, actualmente es jefe de producción de Radio Más en Radiotelevisión de Veracruz)









martes, 24 de agosto de 2010

III: Miradas a lo cultural: Espacios para la creación y la creatividad

Senderos de lo cultural
III. Miradas a lo cultural: Espacios para la creación y la creatividad


Lourdes Hernández Quiñones


Una de las reuniones de representantes del sector cultural y artístico con el entonces candidato a la gubernatura de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, fue convocada por la agrupación Fundarte. Se dice que lo que corrió con mayor soltura fueron las copas; sin embargo, al parecer, la fluidez de ideas no fue la tónica de esa noche. La intención fundamental de ese evento era presentar a Duarte un proyecto para un centro cultural en Xalapa, elaborado por el grupo antes mencionado. Lástima que se desaprovechó la ocasión pues esa no es la única problemática en lo cultural.
Al mirar hacia lo alto de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Informática USBI de la Universidad Veracruzana, en Xalapa, se aprecia una construcción en proceso-lento proceso-. Se trata de lo que algún día (que ya no fueron los del año del Bicentenario y el Centenario) será la sala de conciertos más importante de estas latitudes, por lo menos así la han vendido ante la opinión pública. ¡Claro que a Xalapa le hace mucha falta ese espacio para la Orquesta Sinfónica de Xalapa! ¡Por supuesto que cuando dicha construcción se finalice nos sentiremos todos muy contentos! Y sólo será un espacio que cubrirá las carencias para que la OSX ensaye y actúe con la dignidad que merece.
El Centro Cultural Los lagos (ahora Casa del lago de la Universidad Veracruzana) que el Instituto Veracruzano de la Cultura dejó ir con una facilidad terrible, sigue durmiendo un largo sueño…probablemente para la Feria del Libro universitario empiece a dar algunas sorpresas. Por lo pronto, sólo da tristeza al pasar por allí y encontrar el portón cerrado. ¿Y qué pasó con el Teatro J.J. Herrera? Mucho ruido pero pocas nueces…
Los grupos de teatro han optado por presentarse en espacios culturales alternativos que sin tener las condiciones adecuadas para tal fin, han ayudado en mucho para que la actividad teatral no deje de tener presencia en Xalapa; lo mismo ha ocurrido con la música, los títeres y aunque en menor proporción, con la danza.
Xalapa y la mayoría de las ciudades de la entidad, carecen de la infraestructura adecuada para la actividad artística y lo que es peor aún, ha existido indiferencia de las autoridades correspondientes para dar solución a esta problemática. Es un asunto complejo que no se resolverá simplemente al construir o abrir más espacios; se trata de que su diseño y ubicación respondan a una planeación cultural a partir de las necesidades de la comunidad cultural y también de la población. ¿Por qué pensar en espacios que se ubiquen-como siempre- en el centro de Xalapa? Habría que partir de hacer un diagnóstico de lo existente y la posibilidad de dar un mayor uso a los espacios públicos: parques, estaciones de trenes, mercados, plazas comerciales. Se trata de que lo cultural no se encierre en espacios que más que hacer una invitación a las artes, espantan al público potencial. De que la cultura se viva como algo cotidiano en esos lugares que transitamos a diario. De que la creatividad no sólo sea el producto del creador, sino también la palanca de cambio para imaginar la cultura como el gran sueño que nos permitirá transitar hacia un mejor futuro.

lunes, 16 de agosto de 2010

II:Miradas a lo cultural: Legislaciones en torno a la cultura en Veracruz

Senderos de lo cultural
II: Miradas a lo cultural: Legislaciones en torno a la cultura en Veracruz
Lourdes Hernández Quiñones

El 11 de marzo del 2010 se publicó en la Gaceta oficial del Gobierno del Estado de Veracruz la Ley número 821 para el Desarrollo Cultural del Gobierno del Estado de Veracruz. Un instrumento jurídico en el que si bien colaboraron varias personas, estudiosos y gestores de la cultura, así como algunos artistas e intelectuales (los menos), resultó con varias lagunas y algunos artículos que merecerán un amplio análisis y, de ser posible, una reforma urgente.
De entrada la ley de referencia establece como su razón de ser el que “garantiza el ejercicio de los derechos culturales de la población veracruzana y regula el acceso y disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, con una perspectiva de respeto a la diversidad y sustentabilidad” Capítulo I, artículo 1o. Si bien en el cuerpo de este instrumento legislativo se aborda lo referente a la diversidad, el otro concepto, el de la sustentabilidad, se deja de lado, a pesar de que se trata de un asunto que resulta fundamental para el diseño y realización de proyectos que tengan una viabilidad y desarrollo a mediano y largo plazo. Muchos de los programas y actividades culturales son de largo aliento, pues se trata de sembrar semillas de creatividad que sólo florecen con el tiempo, así la introducción de este concepto de sustentabilidad cultural permitiría pensar no sólo en los aspectos económicos para dar continuidad a los proyectos, sino también en los aspectos culturales, como producciones simbólicas que están presentes en la cotidianidad de la gente.
En cuanto a la figura del Sistema Estatal para el Desarrollo Cultural (Capítulo V), un organismo honorario que tendrá entre sus funciones el fortalecimiento de la gestión cultural para establecerla como una de las prioridades estratégicas para el desarrollo del Estado, se requiere de definir con precisión los mecanismos para la selección de los cuatro representantes de los artistas y trabajadores culturales que se integrarán a dicho sistema, pues en la ley se establece que serán propuestos por las organizaciones. Existe, en este sentido, una tendencia a conformar asociaciones civiles con fines culturales, fundamentalmente para allegarse de recursos; sin embargo, muchas de estas agrupaciones no tienen un trabajo consolidado ni un reconocimiento. ¿Por qué, entonces, poner como requisito el ser propuesto para el sistema por agrupaciones constituidas? Es un punto que más que acotar, limita la participación de aquellos creadores e intelectuales que han preferido caminar en la soledad, produciendo y aportando.
En este mismo sentido está planteado lo referente al financiamiento y el fomento cultural (Capítulo VII) que establece en su artículo 39: “Sólo las personas y organizaciones que se inscriban en el Registro Estatal de Empresas, Organizaciones y Trabajadores Culturales tendrán acceso a los mecanismos de fomento y promoción de proyectos culturales”. Ya en otras ocasiones, como cuando entró en vigor el Tratado de Libre Comercio, Canadá había planteado la excepción cultural, esto es que para lo cultural tenga un tratamiento especial y no sólo el de una mercancía; sin embargo, en dicha ocasión se impuso el criterio de los Estados Unidos. Algo similar podría suceder con la pretensión de limitar los apoyos a los organismos constituidos y registrados, que la cultura sólo se vea como un negocio y no como la retribución al trabajo creativo que tanto aporta simbólicamente a nuestra nación y, en este caso, a la entidad. Pareciera que el criterio empresarial está prevaleciendo sobre la democracia y la democratización cultural que corresponde al estado.
En otros asuntos y sin que se haya divulgado, se hicieron modificaciones a la Ley 61 de creación del Instituto Veracruzano de la Cultura, reformas que si bien no afectan en lo general las funciones medulares de esta dependencia, sí dejan inquietudes. Por ejemplo, en su artículo 30, los apartados IX y XII en los que se habla de la promoción de eventos y reuniones regionales, nacionales e internacionales de carácter cultural; y de establecer relación con organismos del sector público federal, estatal, municipal e internacional, así como del sector privado, cuyos fines están relacionados con la cultura, respectivamente, se introdujo el añadido de internacional . De hecho tales acciones en otros países se han realizado desde su creación en 1987, entonces y aún hace algunos años, el IVEC tenía una presencia en varios países, pues su trabajo de promoción lo había conducido a un reconocimiento en otros ámbitos y latitudes.
En el caso del artículo 5o en el que se habla de la integración del Consejo Directivo, se hicieron ajustes por la reingeniería administrativa que reubicó al Instituto Veracruzano de la Cultura en la Secretaría de Turismo y Cultura, enmienda necesaria, sin embargo, la sorpresa es cuando se habla de la Secretaría Técnica de dicho consejo, la que estará a cargo del director de IVEC quien asistirá las reuniones con voz pero sin voto. Sin duda, un arma de dos filos.
El artículo 17º establece que “Las relaciones laborales del Instituto se regirán conforme a lo establecido en la Ley Federal del Trabajo”, y anteriormente este artículo señalaba que se regían por la Ley No. 51 del Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio del Estado. ¿Los trabajadores del IVEC conocerán esta modificación? En Veracruz, aquellos hombres y mujeres que laboran en el instituto Veracruzano de la Cultura, muchos de ellos desde su fundación, viven con orgullo su pertenencia a esta institución, a pesar del desánimo que ha privado en ellos durante gran parte de la actual administración. Será deseable que esta modificación sea para beneficiarlos.