lunes, 24 de septiembre de 2012

Ventana hacia el Sendero VIII



Los fondos de CONACULTA


Es importante reconocer que durante la presidencia de Felipe Calderón hubo logros en materia cultural, y también errores, desaciertos y omisiones.

Uno de los principales huecos que queda de años atrás, y que daña en mucho la gestión cultural en todo el país, es la falta de cumplimiento de las entidades en las aportaciones que les corresponden por los diversos programas, proyectos, subsidios y estímulos que desarrollan conjuntamente con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. La falta de rigor ha ocasionado que se sigan desarrollando acciones en materia cultural sólo con los fondos de CONACULTA sin que los estados otorguen el presupuesto para las mismas. Tal situación ha tenido como resultado que más de un gobierno estatal además de no aportar durante años las cantidades comprometidas para la actividad cultural, deje ir en sus discursos victoriosos la falsa idea de que impulsa la cultura.

Por ello, una tarea fundamental para el gobierno entrante, tendrá que centrarse en la revisión y fortalecimiento de los mecanismos que permitan garantizar y transparentar el cumplimiento de los compromisos financieros por parte de las entidades, y asimismo, que el presupuesto estatal destinado a la cultura se utilice para tal fin y no sea desviado para otros propósitos.

Para que la cultura sea una prioridad en las políticas públicas, deberá ser un compromiso compartido entre los tres niveles de gobierno con acciones puntuales y presupuestos que sirvan a tal interés universal y fundamental para el desarrollo humano.


miércoles, 19 de septiembre de 2012

Ventana hacia el sendero VII


Palabras de Luto

¿Las librerías, esos centros distribuidores de conocimiento y de creación, deben ser tratadas como un comercio más, o se les debe dar la categoría de pequeñas y medianas empresas culturales, reconociendo su contribución social y favoreciendo su desarrollo?

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Lectura efectuada en México, en el año 2006, la principal manera de tener acceso a los libros es mediante su compra en librerías, con un 45.7%, seguido del préstamo por un amigo o familiar, con 20.1%. Es decir, las librerías son un eslabón fundamental para el acceso a la lectura, que tiene que ver con el proceso cultural y educativo, con la distribución social del conocimiento y con la formación de mejores ciudadanos.

Lamentablemente, la librería Árbol de Lectura, en la ciudad de Xalapa, Veracruz, ha anunciado el cierre de la librería en esa ciudad capital; ya anteriormente, había cerrado la sucursal en Córdoba. Otra librería más, Librheras, fue vendida por su propietaria, ya que el panorama financiero era bastante obscuro y poco promisorio.

¿Qué pasará con esos libros que ahora pierden un centro de distribución?¿Qué responsabilidad tienen las editoriales en el complejo proceso editorial y de formación de lectores? Interrogantes que quedan para los ciudadanos. Cierra una librería más y siento que las palabras están de luto.


lunes, 17 de septiembre de 2012

Patrimonio y turismo cultural: una relación atrapada entre las identidades y la gentrification



(Segunda y última parte)

Lourdes Hernández Quiñones

En la primera parte de estos dos artículos nos referimos a la delicada relación entre patrimonio y turismo cultural, a partir de lo señalado en el libro Gestionar el patrimonio en tiempos de globalización, editado en el año 2010 por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa y Juan Pablos Editor, como parte de la colección Biblioteca de Alteridades, que fuera coordinado por Eduardo Nivón y Ana Rosas Mantecón. Hicimos mención del concepto gentrification, utilizado por primera vez por Ruth Glass en 1963, para “designar el proceso de reocupación y elitización de antiguos barrios del centro de Londres” y de cómo tal concepto permeó las políticas urbanas en el mundo con los consecuentes riesgos para el patrimonio.

Sobre el mismo tema, Ana Rosas Mantecón ha intitulado su artículo incluido en este libro, El giro hacia el turismo cultural: participación comunitaria y desarrollo sustentable, en el que plantea que ante la crisis del turismo de masas se presenta el reto de desarrollar un turismo sustentable en lo ecológico, lo cultural, lo social y lo económico, y éste es el vinculado con el patrimonio. Rosas Mantecón aborda un tema delicado y polémico: la importancia de los medios de comunicación para la difusión del patrimonio, tanto local como global, pero al mismo tiempo su contribución a la banalización de las producciones culturales con la espectacularización de la vida misma. “Los gobiernos y las empresas multinacionales que ahora también gestionan el patrimonio son generalmente promotoras de uniformidad; en su búsqueda por atraer a los turistas, apelan a manifestaciones que homogeneizan las particularidades culturales”, dice la especialista en consumo cultural y recepción artística. Ante tal amenaza para la diversidad cultural, señala Rosas Mantecón, se requiere desarrollar una oferta cultural basada en la autenticidad y en acciones que promuevan la sensibilización de los visitantes hacia el patrimonio natural y cultural.

Por tal motivo, la especialista plantea que en los tiempos de globalización se requiere conciliar ambas actividades, turismo y preservación del patrimonio, para lo cual es necesario que se establezca un diálogo entre todos los actores involucrados con el propósito de definir estrategias de planeación, desarrollo, promoción y usos de los espacios patrimoniales. “El patrimonio puede ser impulsado y aprovechado en sus posibilidades de generación de empleo y recursos, pero también de enriquecimiento cultural de la ciudadanía por medio de la recreación de identidades, incorporación de valores culturales contemporáneos y fortalecimiento de canales de participación social”, concluye Rosas Mantecón.

Silvana Rubino, del Departamento de Historia de la Universidad  Estadual de Campinas, Brasil, retoma el concepto de gentrification en el artículo Ni terminadas ni lindas: ciudades y gestión de la memoria. Si bien se refiere a lo ocurrido en Brasil, las situaciones que plantea encuentran su reproducción en la mayoría de los países de América Latina, en las que los afanes modernizadores van ganando terreno a lo local. Allí, en el centro histórico de Salvador, en el estado de Bahía, se llevó a cabo un proceso de gentrification a través del cual el espacio fue ocupado por la iniciativa privada para usos comerciales orientados al turismo, principalmente  tiendas, bares, restaurantes y, posteriormente, posadas y hoteles. Como consecuencia de lo anterior, la población originaria fue expulsada, residiendo lejos de sus lugares de antaño o sólo retornando al barrio en la precaria condición de prestadores de servicios.

La sujeción a los intereses mercantiles y turísticos ha incidido, en casos como el mencionado, en la exclusión de los pobladores originales de los barrios y ciudades, así como en la pérdida de identidades locales. Ha faltado entablar un diálogo cultural para la definición de políticas culturales que garanticen la preservación y cuidado del patrimonio con respeto a las construcciones simbólicas de los distintos grupos de población en el mundo.

Paralelamente, urge incentivar políticas de desarrollo urbano con miras a la consideración de los patrimonios, las diversidades, las necesidades de los pobladores. No pueden existir procesos de gentrification, si a la par no se responde a los requerimientos de vivienda, de vialidad o alumbrado público; sólo se puede pensaren una ciudad que responda a los intereses del turismo, si en ésta están cubiertos los servicios básicos de toda la población. En la acción de gobernar, se trata de fomentar una acción horizontal en la que prive la posibilidad del diálogo como premisa para la construcción de nuevas ciudades, incluyentes y promotoras del bienestar común.




martes, 11 de septiembre de 2012

Ventana hacia el Sendero VI



De teatro, teatreros y la formación de nuevos públicos

Cuando las artes democratizan su quehacer y crecen entre nuevos públicos, multiplicando las posibilidades para que hombres y mujeres tengan un encuentro con alguna manifestación cultural, éstas se dignifican; su discurso se magnifica al  ampliar su cobertura y compartir la expresión estética con espectadores diversos. Se vive el arte desde la democratización cultural, desde la realidad que nos demuestra una y otra vez que en México, la ética y la estética están lejos de los ciudadanos comunes. Que la educación artística es una asignatura casi ausente de las aulas de educación básica. Que nuestro país tendría ciudadanos más críticos y participativos si las posibilidades para imaginar y crear fueran oportunidades de la vida cotidiana desde la infancia.
Por ello, cuando en un fin de semana se suman dos experiencias de un teatro vivo, sensible a la experiencia diaria, inteligente y vital, uno no puede sino reconocer la emoción de haber contemplado-por lo menos durante unos instantes-la posibilidad de un mundo nuevo.
Hacia la democratización cultural I
Se trata del grupo Literateatro que dirige Mercedes Huerta, mujer de teatro que desde hace años se ha dedicado a promover y hacer teatro con los niños. De esta manera, al involucrarlos en todo lo que implica la aventura de un montaje teatral, los niños y niñas viven con toda intensidad la experiencia estética. El montaje de la obra El Avaro, de Moliére, con niños y niñas actores ha sido  una experiencia muy rica de teatro profesional, tanto por la calidad en la dirección, que es especialmente brillante; la escenografía, respetuosa del texto, austera pero eficaz para ubicar al espectador en el tiempo; y, principalmente, el talento entre actores y actrices que dejan ver el maravilloso trabajo de Mercedes para formar nuevos públicos para las artes escénicas.
Hacia la democratización cultural II
Por otro lado, el proyecto de teatro Transeúnte, promovido por compañías independientes de Xalapa, una idea concebida por Hugo López e Isaac Acosta, quienes animados por la idea y la convicción de que el teatro nace en la calle, se han dado a la  maravillosa tarea de presentarse en espacios públicos de comunidades y pequeñas ciudades donde-quizás-nunca han tenido la experiencia mágica del teatro. Esta iniciativa ha sido apoyada por varias instituciones públicas  del estado de Veracruz y los municipios donde se realizan las presentaciones. ¡Enhorabuena por este trabajo cultural!

lunes, 10 de septiembre de 2012

Patrimonio y turismo cultural: una relación atrapada entre las identidades y la gentrification



(Primera de dos partes)

Lourdes Hernández Quiñones

Eduardo Nivón y Ana Rosas Mantecón coordinaron el libro Gestionar el patrimonio en tiempos de globalización, editado en el año 2010 por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa y Juan Pablos Editor como parte de la colección Biblioteca de Alteridades, una publicación indispensable y fundamental para todos aquellos que se dedican a la promoción, preservación, difusión  y cuidado del patrimonio cultural.  En ésta se reúnen las voces de 8 especialistas en el tema y las propias de Nivón y Rosas Mantecón, quienes arrojan cuestionamientos profundos en torno a la relación entre patrimonio y turismo, identidades y territorios, modernidad y tradición y un tema que permea la visión crítica de los distintos autores en torno al término  inglés gentrification, entendido como el ennoblecimiento o sofisticación del patrimonio. Se trata de un llamado a la reflexión en torno a la memoria misma.

En el capítulo Del patrimonio como producto. La interpretación del patrimonio como espacio de intervención cultural, Eduardo Nivón se refiere a los cambios en las maneras de entender el patrimonio, al debilitarse los Estados modernos. Derivado de lo anterior, se ha modificado el sentido legitimador del patrimonio para convocar a lo nacional, y se ha fortalecido el sentido del mismo en las regiones. Nivón hace un recorrido por el siglo veinte y pone el acento en el último tercio, momento en que el patrimonio empieza a considerarse como un producto que se ofrece en un mercado de bienes simbólicos.

El término gentrification es introducido en el libro por Rogerio Proenca Leite, de la Universidad Federal de Sergipe, en Brasil, con el artículo Patrimonio cultural y gentrification en el Brasil contemporáneo: balances y perspectivas. Proenca Leite parte del planteamiento de la importancia política que tiene el patrimonio cultural, derivada de la convergencia simbólica  que representa para un grupo de personas; es decir, se trata de una convención que puede obedecer a intereses particulares, aunque su sentido original se refiera a connotaciones de identidad para la población originaria y, por ello, representa una fortaleza para los grupos culturales de ciertas regiones.

Es el interés político el que dio origen al término gentrification, utilizado por primera vez por Ruth Glass en 1963, para “designar el proceso de reocupación y elitización de antiguos barrios del centro de Londres”. Tal expresión, a decir de Porneca, dio lugar a una estrategia global de planeamiento urbano, y en las grandes ciudades como Nueva York, Barcelona o Londres se dieron procesos de gentrification en antiguos barrios históricos, transformándolos en centros de consumo para las clases de sectores socioeconómicos medios y altos. Sin embargo, la resultante de estos procesos de cambio de uso del patrimonio, en particular de monumentos arquitectónicos en desuso, es que se vuelven espacios excluyentes para la población del lugar. Lo anterior se debe a que el patrimonio pasa de ser considerado “bien simbólico” a ser tratado como “mercancía cultural”.

Como parte de lo anterior, señala Proenca Leite, los responsables de las políticas urbanas seleccionan aquellos bienes que potencialmente pueden corresponder a las expectativas de recuperación económica de las inversiones privadas, y se presta menos atención a los significados propiamente históricos y arquitectónicos. Para responder a tales intereses, se da una elitización de los espacios mediante una estética que responde a los estilos de vida de una clase media urbana, con la consecuente alteración del contenido tradicional de los patrimonios. Proenca alerta sobre tales decisiones: “La transformación de las costumbres locales en reliquias, como forma de relocalizar o reubicar la tradición  en contextos marcados por la destradicionalización, que puede ser entendida exactamente como la remodelación de las costumbres locales por las influencias externas, mediante la cual tales costumbres continúan existiendo bajo una forma alterada en sus significados, como reliquia o hábito” (2010). Más adelante señala la que parecer ser la premisa que sostiene el concepto de gentrification: “La destradicionalización sería, de esa manera, un componente importante para adecuar tradiciones y patrimonios a las demandas turísticas de entretenimiento, descanso, tiempo libre y consumo, a la vez que promovería lo que podríamos denominar la ‘deglución’, ‘devoración’ o ‘digestión’ del patrimonio: es decir, prácticas exacerbadas y al mismo tiempo desterritorializadas de un consumo alterado cuyo objeto sería una tradición reinventada y no esencialista”.