*(El foro se realizó el
pasado 11 de septiembre de 2015, en la ciudad de Xalapa, Veracruz, con la
presencia del senador José Yunes Zorrilla y la participación de especialistas
en Turismo, Cultura y Cinematografía)
Lourdes
Hernández Quiñones
Celebro
que este foro se realice en el contexto de una discusión nacional derivada de
la propuesta del presidente Peña Nieto para crear la Secretaría de Cultura,
pues ello ha puesto a la cultura no sólo en la Agenda Mediática sino también en
la Agenda Pública.
He tenido el privilegio y la
oportunidad de trabajar durante varios años en diversas instancias culturales y
desde allí he podido vivir las dificultades que enfrenta el sector; y
recientemente y ya desde otra posición, he sido observadora del quehacer
cultural. Por ello quisiera plantear algunos puntos que en mi opinión requieren
de atención:
·
Al
finalizar el año 2005, Fidel Herrera Beltrán planteó la reingeniería
administrativa de su gobierno que condujo a la creación de la Secretaría de
Turismo, Cultura y Cinematografía y a la sectorización del Instituto
Veracruzano de la Cultura en esta dependencia; a pesar que desde su creación,
en 1987, el IVEC había estado sectorizado en la Secretaría de Educación y
Cultura. Tal decisión tuvo como consecuencia, entre otras, el descuido de la
educación artística y de la formación de públicos para el arte y la cultura.
Considero necesario que el IVEC salga de la SECTURC y analizar la pertinencia
de regresar dicha institución a la Secretaría de Educación o bien crear una
instancia de cultura que no esté supeditada a otros sectores. El objetivo de la
acción cultural no es el turismo cultural ni una cultura turística. Por
supuesto que las manifestaciones y expresiones culturales y artísticas son un
atractivo para los turistas, pero lo trascendente es lo que logra la cultura en
las ciudades y comunidades fortaleciendo la cohesión social, propiciando el
diálogo intercultural, contribuyendo a definir y construir identidades,
materializando rasgos espirituales; por ello se debe evitar la turistización de
la cultura.
·
Es
necesario reconocer que la institución estatal responsable de la cultura en
Veracruz enfrenta serios problemas desde hace varios años. Se requiere revisar
y optimizar la estructura del Instituto Veracruzano de la Cultura. No
existe un área destinada al fomento de
las Artes Escénicas ni una de vinculación internacional, ni de comercialización
de productos culturales, entre otras. Además, al iniciar este sexenio
desapareció en esa dependencia la Subdirección de Promoción y Animación
Cultural a la que, entre otras funciones, le correspondía la organización de
los festivales culturales que fueron asumidos por SECTURC, dejando al instituto
sin un área que era muy importante para su operación y sin los recursos
correspondientes.
·
Hay
que revisar la Ley de Creación del IVEC, pues en ésta se plantea la existencia
de un patronato que no ha existido, pero considerando la situación financiera
de Veracruz sería buen momento para promoverlo y establecer estrategias que
permitan al instituto allegarse de recursos. Es importante considerar que el
IVEC no cuenta con recibos deducibles de impuestos por lo que no puede recibir
donativos, situación que tendría que ser modificada.
·
El
presupuesto que el Estado destina al Instituto Veracruzano de la Cultura es
insuficiente. Dos terceras partes del presupuesto estatal se destinan al pago
de nómina y servicios, quedando sólo un tercio para la operación de proyectos
culturales. Y lo que es todavía más grave, ese presupuesto llega con retraso o
no llega. Por ello, en los últimos diez años el IVEC ha tenido que operar sus
programas y proyectos sólo con el presupuesto que la federación destina a las
instituciones culturales de los estados a través de Conaculta, lo que pone en
riesgo el programa de trabajo del instituto.
·
Por
otra parte, es indispensable revisar la legislación en materia de cultura en
Veracruz. Faltan leyes reglamentarias de la Ley del Patrimonio Cultural del
Estado (2004), de la Ley para el Fomento de la Lectura y el libro (2007) y de
la Ley para el Desarrollo Cultural (2010). No sé si la reglamentación de estas
leyes pudiera contribuir al desarrollo cultural de Veracruz pero quiero pensar
que puede ser así.
·
Los
espacios culturales para las artes escénicas y para las artes visuales son
insuficientes.
·
Faltan
políticas de fomento a la creación, producción y distribución del Arte Popular.
·
Es
necesario dar mayor promoción nacional e internacional al Museo de Arte del
Estado de Veracruz en la ciudad de Orizaba, que cuenta con uno de los acervos
más importantes en el país del arte mexicano del siglo XIX y al que no se le ha
dado un presupuesto suficiente.
·
Hay
un crecimiento desequilibrado en el desarrollo cultural de las diversas
regiones de Veracruz.
Es importante destacar que si
bien las instituciones culturales en el nivel estatal y en los municipios viven
una situación compleja, también es cierto que la acción de los diversos
actores, creadores, intelectuales, artistas, gestores y empresarios del sector
han hecho posible construir proyectos de gran trascendencia entre los que cito
sólo algunos como el teatro La Libertad
de Abraham Oceransky; el Centro de Documentación Teatral Candileja de Francisco Beverido; La Ceiba Gráfica de Per Anderson; El Rincón de los Títeres del grupo Merequetengue. Las instituciones
facilitadoras del quehacer cultural tanto en el nivel estatal como en el
municipal requieren de la fortaleza que les permita ir a la par de la
intensidad creativa de nuestros artistas e intelectuales.
Sé
que probablemente muchos de estos problemas tendrán que esperar a que se defina
la creación de la Secretaría de Cultura a nivel federal, pues de ello dependerá
la manera de trabajar en los estados. La tarea es muy compleja y requiere de un
diálogo que involucre a los diversos actores culturales, así como el
reconocimiento de la transversalidad del sector cultural con otros sectores. Es
el momento para sumarse a la reflexión, análisis y crítica en torno al quehacer
cultural y las posibilidades o los obstáculos que significa la creación de la
Secretaría de Cultura a nivel federal, y la
repercusión que ello traería para las entidades culturales del país.
Cito
para concluir a Néstor García Canclini (1987),
especialista en Cultura y en Políticas Culturales, quien afirma:
Uno
de los signos de que vamos hacia una superación de la crisis podría ser que los
que hacemos cultura, en vez de tener que protegernos de los políticos, podamos
contribuir a inventar otras formas, acordes con el estilo de cada pueblo, de
participar y decidir en la política, de comprenderla y de cambiarla (p. 61).[1]
[1] García Canclini, Néstor
(Editor). (1987). Políticas Culturales en
América Latina. México, Editorial Grijalbo.