jueves, 4 de noviembre de 2010

Voz invitada

(Agradezco a León Ignacio Ruiz Ponce su colaboración para el blog, en la que puntualiza las cualidades que desde su perspectiva deberá cubrir quien ocupe la titularidad del IVEC ante el cambio de la administración estatal que se avecina)

La Dirección General del Instituto
Veracruzano de la Cultura: sólo dos requisitos

León Ignacio Ruiz Ponce

En 1986, Fernando Gutiérrez Barrios, gobernador, creo el Instituto Veracruzano de la Cultura, y al decir del fundador del Instituto Cultural Veracruzano, ocurrió una “duplicidad de funciones”…Carlos Darío Martínez Brash, con el animo de impulsar a creadores, artistas, dar becas y apoyos dentro del campo de la cultura venia conduciendo con su propios recursos una instancia social para incentivar la creatividad y el arte.  Por fortuna se arregló el asunto dando a la instancia oficial el nombre de Instituto Veracruzano de la Cultura. Martínez Brash, contador xalapeño, siempre ha ponderado el propósito de fomentar el desarrollo del arte, la literatura, música, pintura; por ello constituyó (ante notario público) por los años cincuenta, ese Instituto.

 Ahora, el Instituto, mal llamado (por comodidad o flojera) “IVEC”, entrará a una etapa de la modernidad cultural, y seguro tendrá que ser modificada su propia ley; de la misma manera, la  Ley para el Desarrollo Cultural del Estado de Veracruz, tendrá que sufrir  reformas que incluyan, entre otros,  los avances cibernéticos y de la tecnología vigente, así como la doctrina de los Derechos Humanos y la comunicación abierta e intensa que se viene dando en nuestros días.

QUIÉN PUEDEN SER LA CABEZA

Aquí cabe irse a la norma y conocer de inicio qué hace o qué debe hacer una Dirección General, del Instituto (con todas sus letras), ya sea en manos de una veracruzana o de un veracruzano que reúna las calidades de ley, para manejar al Instituto.

Y bien, para comenzar vamos viendo que a más de las atribuciones del Instituto Veracruzano de la Cultura (establecidas en la Ley de su creación) están las planteadas por la Ley para el Desarrollo Cultural que contempla además:

I. La capacitación de servidores públicos del sector cultural, quienes deberán provenir preferentemente de las áreas de formación artística, humanística o social, así como de los trabajadores culturales;
II. Crear Programas Regionales para el Desarrollo Cultural;
III. Fomentar, propiciar y apoyar la creación artística en todos sus géneros, así como el desarrollo de las artes populares;
IV. Promover la creación y otorgar reconocimientos y estímulos al mérito de los artistas y trabajadores culturales, mediante evaluaciones sustentadas en los principios de neutralidad, transparencia y demás expresados en este ordenamiento;
V. Establecer las políticas y lineamientos para la creación, administración, conservación, operación y aprovechamiento de los centros y espacios culturales del Estado, en términos de las disposiciones legales aplicables;
VI. Ser el conducto institucional para acceder a los recursos que permitan garantizar la infraestructura básica para el funcionamiento eficiente de los espacios integrados a la red estatal de casas de cultura;
VII. Impulsar la creación de Museos de Sitio;
VIII. Gestionar ante organismos internacionales la locación de recursos y apoyos para el desarrollo cultural;
IX. Impulsar la participación ciudadana en la elaboración de propuestas para la promoción, planeación y ejecución de proyectos culturales;
X. Integrar y actualizar el Registro;
XI. Constituir un Observatorio para el Desarrollo Cultural, con las atribuciones siguientes:
a) La recopilación, sistematización, organización y actualización permanente de la información estadística, cuantitativa y cualitativa del sector cultural;
b) La elaboración de estudios que evalúen el impacto específico y global de las acciones culturales en el desarrollo social y económico; y
c) Recabar aportaciones de las instituciones de educación superior, de empresas, organizaciones y fundaciones nacionales e internacionales, de la sociedad civil, de la iniciativa privada y dependencias federales, para la operación del Observatorio.
XII. Promover la celebración de convenios de cooperación, intercambio y colaboración con centros académicos nacionales y extranjeros, que estimulen la participación de investigadores, académicos y docentes en actividades culturales.
Las conclusiones, diagnósticos y previsiones del Observatorio serán la base para la elaboración del Programa.

Por lo que no está nada fácil la tarea de la Institución.

Ahora entramos en el nombramiento, ¿quién?

La propia ley de la Institución establece que El Director General del Instituto será nombrado y removido libremente por el Gobernador del Estado, de entre quienes gocen de reconocida honorabilidad y prestigio intelectual.”

Por tanto YA tenemos la pista. Quien aspire, debe comprender dos cualidades y fama indiscutible tanto en la honorabilidad como en la vida intelectual, por lo que el nombramiento recaerá en alguna persona cercana al secretario del ramo, o directamente al Gobernador, siempre y cuando en su currícula se destaque ese prestigio que exige la Ley.

Así que ¿nombres?

Puede haber diez, dos, doscientos, muchos, pero la persona que sea designada deberá observar desde luego las facultades y obligaciones que tiene ese cargo, enorme y preciada responsabilidad, como es la elaboración de los proyectos y programas del Instituto para someterlos a la aprobación del Consejo, de igual forma en cuanto al Patrimonio Cultural del Estado, la Dirección General del Instituto deberá coadyuvar en la identificación, registro, investigación, restauración, protección, conservación, fomento, mejoramiento y difusión, de manera que no es fácil la tarea pero con la fortaleza de su prestigio, la titularidad saldrá siempre adelante. La capacitación, sobre todo la actualización tecnológica, será uno de los factores esenciales a cubrir e impulsar.

La cultura ya no es solo definición, grupos, élite o moda, es un derecho y también implica desarrollo y organización. El actual Instituto tiene su sede en el H. Puerto de  Veracruz y mantiene cierta vinculación con algunos ayuntamientos. Quizás se requieran tres sedes, o una en cada región veracruzana, y aquí resulta interesante elevar la categoría administrativa del Instituto.

Entre tanto, Omar Piña, Liliana Calatayud, Lilia Ramírez, Miguel Ángel Cristiani, Manolo Zepeda, Joel Jácome Musule, Edgar Dorantes y Sara Ladrón de Guevara, junto con Rebeca Bouchez, el propio Carlos Darío y Marco Antonio Figueroa Quinto, ahí están…




Leon Ignacio Ruiz Ponce nace al finalizar la guerra mundial en 1944, a dos calles del "San Antonio" y a una del Palacio Municipal en Villa Verde (de Rafael Delgado), conocida ahora como la Ciudad de los Treinta Caballeros/H. Córdoba. Cursa la carrera de Leyes en la Universidad Nacional Autónoma de México y es egresado de la Universidad Pedagógica Nacional con la especialización en Derechos Humanos en la Educación. Es impresor de oficio y editor de revistas estudiantiles.

1 comentario:

Ahiba-Jor Ge dijo...

Seria necesario abrir el bebate entre representantes de las insatancias culturales, creador@s y gestores actuantes. De otro modo tiende a convertirse en botín politico. ¿O no?