domingo, 26 de septiembre de 2010

Voz Invitada

(Reproducimos con permiso de su autor, la columna de Omar Piña que apareció el 16 de septiembre del 2010, en el periódico digital alcalorpolitico.com que dirige el periodista Joaquín Rosas Garcés).
Calles Empedradas
Silla del Ivec

Por: Omar Piña

16/09/2010
alcalorpolitico.com

De entre todos los candidatos, el único que se permite transmutar de la sonrisa a la carcajada, es Edgar Dorantes. El jazzista afirma con más diversión que prisas: “Mejor espero que todo salga bien en el festival de noviembre”.

En la ciudad de Xalapa, los que desean ocupar la titularidad del Instituto Veracruzano de la Cultura son dos tipos de candidatos, los obvios y los naturales. En los primeros están los creadores, supuestamente más vinculados a la comunidad artística y después “los naturales”, aquellos que han mostrado que además de vinculación con el sector, tienen capacidad de gestión administrativa. Los recursos económicos son escasos, pero será lo que hay. Así que va la lista de los nombres de los anotados. Unos han dicho que sí y otros prefieren guardarse, por aquello de los resfríos.

Encabezan los coordinadores o directores de los centros culturales más importantes de Veracruz. Desde quien despacha en El Ágora hasta la directora del Museo de Arte del Estado. Cada seis años se les menciona o se nombran porque tienen una ventaja: son quienes gestionan entre burocracia, creadores y público y eso, les obliga a mantener contactos directos con los medios de comunicación. A todos les he escuchado casi la misma frase. “Si me dieran más recursos, haría muchas más cosas”. Eso me recuerda al que le preguntaron si tenía o no parque. Son gestores, algunos buenos administradores.

Luego, como una supuesta provocación más que anhelo; están los creadores con trayectoria. Son mencionados dos nombres: Silvia Tomasa Rivera y Celia del Palacio. La poeta veracruzana jamás ha dicho que no, pero la última ocasión en que hablé con ella, me comentó que su prioridad era terminar algunos libros que debe entregar en el transcurso del siguiente año. ¿Será que la siempre admirada poeta sopesa entre administrar el tianguis de la cultura o prefiera terminar su libro sobre la poeta de Ávila? Celia del Palacio está en la mira por su labor editorial, sus primeras dos novelas han resultado un éxito comercial, y en breve será una pieza clave de la cultura mexicana del veintiuno… La escritora tapatía ya pasó el colador administrativo de la Editorial de la Universidad Veracruzana y ahora timonea un instituto de investigación en artes y comunicación. Otra escritora a quien habrá que preguntarle si dejaría su proyecto para despachar desde Veracruz.

De ahí, los nombres de “creadores” se deshacen entre los rumores. Otros son artistas con variopinto grado de fama, pero nunca han gestionado o administrado ni sus cuentas personales. Están los expertos en los hallazgos de sistemas para becarios y los que se la rifan frente al público. Pero si el semblante del Instituto Veracruzano de la Cultura se desea con mucha bulla y reflectores, pues que le digan a Yuri. Total, la cantante ya dijo que desearía ser hasta la mismísima presidenta municipal de Veracruz. De quedar Yuri, hasta podrían comenzar a promover el Primer Festival Osito Panda, de la canción infantil.

Otros creadores, totalmente focalizados a su quehacer artístico, de plano dicen que no. Sólo destaca un nombre. El run-run corrido desde las entrañas administrativas de la Secretaría de Educación y recintos universitarios, ha echado al tablero una buena pieza: Edgar Dorantes. Al pianista cordobés lo distinguen tres factores: Talento, la administración y Academia de la escuela de Jazz de la Universidad Veracruzana y los festivales que ha organizado. Cuando le pregunté si era cierto, sólo comenzó a reírse, terminó con carcajadas: “No manchen, hasta tú estás enterado. Yo sólo quiero que salga bien el festival de Jazzuv”. De la segunda frase, su preocupación por el venidero y otoñal festival, le vengo escuchando desde hace un año.

Primero candidateada para el Instituto Veracruzano de las Mujeres, no podía faltar el nombre de Dalia Pérez Castañeda. La comunicadora y ahora diputada es candidata natural porque a ella debe atribuirse ser la partera de la Ley de Cultura en Veracruz (y perdón si incurrí en error de género, que también hay parteros). La vinculación de Dalia Pérez con la problemática cultural que enfrenta el estado y el equipo de trabajo académico del cual se rodeó, le permite tener una radiografía inmediata. Aún no ha administrado espacios culturales, pero su trayecto legislativo lo ha dedicado también a la promoción del estado como un destino de turismo y cultura. Ojo: son dos rubros en los que tendrá que invertir el siguiente gobierno.

Yo estaba convidado a una cena con la todavía precandidata Elizabeth Morales cuando dijo: “La prioridad de la administración que viene es turismo religioso”. Al otro día, iba a ser candidata oficial. Pero durante su primera intervención en la velada, no mencionó la palabra “cultura”, como entendemos todos a las manifestaciones de las habilidades y del pensamiento. Sino “turismo religioso”. Ellos, por lo visto, lo tienen en sus agendas; así que de los municipios, no se espere mucho. Lo demás, saldrá volando y es la razón por la cual, la titularidad del Instituto Veracruzano de la Cultura debe llegar con el consenso de la mayoría. Serán años difíciles para los artistas y creadores y la entrega de apoyos puede desatar las riñas.

Así, las apuestas venideras tienen que ser de gestión inmediata en la nueva inversión. Un experto me dice que Xalapa está a punto de convertirse en una capital musical, por el número de artistas que viven aquí. Obvio que eso conlleva a una variada oferta, desde los mambos hasta el jazz. El jazz, con tan buena rachita en la capital. Será para mediados de otoño cuando se desentrañe la verdadera dimensión de un festival internacional de jazz, con músicos neoyorquinos y toda la cosa…

¿Una comunicadora? ¿Un pianista? O para que nadie salga con el ojo morado: ¿un bat de mando? La gestión histórica del Instituto es la de Rodríguez Prampolini. Después tuvieron su brillo las administraciones de Arias y de Perlasca… Leticia, que suena para Turismo.

Omar Piña. Escritor y periodista. Actualmente publica en los medios veracruzanos alcalorpolitico.com y el semanario Punto y Aparte. Es profesor titular de Historia en el Colegio Preparatorio de Xalapa. A mediados de otoño de 2010, la editorial Cultura de VeracruZ publicará los ensayos Y retiemble en sus centros la tierra.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Voz invitada.

MI EXPERIENCIA CON NERUDA
“NOCHES BOHEMIAS, RECITALES, AMORES”
Acela Castro López
            El 23 de septiembre de 1973, muere Pablo Neruda, Poeta Chileno, reconocido en todo el mundo y admirado por mí.
            En la década de los sesenta, cuando mi acercamiento al teatro fue ya en edad adulta, descubrí 20 poemas de amor y una canción desesperada, del cual el poema número 20 lo repetí en recitales poéticos formales y en reuniones con amigos y compañeros de teatro.
            Me identifiqué con el contenido de este poema y repetía “puedo escribir los versos mas tristes esta noche”, sintiéndome protagonista de la historia; también me gustaba el número: 15 “Me gusta cuando callas porque estás como ausente, distante y dolorosa como si hubieras muerto”, este poema lo relacionaba, tal vez inconscientemente, con mi orfandad, con ese vacío que se siente al no tener recuerdos de vivencias con mi madre biológica, porque al haberla perdido a los 3 años, no había registrada en mi mente ninguna imagen de referencia materna, solo una fotografía que veía una y otra vez conforme fui creciendo. Este poema 15 me gustaba leerlo para mí en voz alta, disfrutando cada línea.
            El poema 20 era para compartir mis sentimientos con el público “escribir por ejemplo la noche está estrellada y tiritan azules los astros a lo lejos, el viento de la noche gira en el cielo y canta”, esta frase me transportaba a un mundo imaginario, de una soledad que disfrutaba, sintiéndome flotar en el vacio celeste aterrizando en una hermosa vista nocturna de un bosque terrenal.
            “Pensar que no lo tengo, sentir que lo he perdido, oír la noche inmensa, mas inmensa sin él y el verso cae al alma como al pasto el rocío”  esta frase caía pesada sobre la ausencia del amor en mi joven vida, alrededor de los veinte años y los que siguieron. Los años sesenta, el romanticismo en pleno, la incertidumbre, los disturbios juveniles, la incomprensión de los sucesos políticos, y como un paliativo las clases de teatro, los montajes, los estrenos y las novedades de nuestros recitales poéticos y desde luego las creativas noches bohemias en donde fluía la palabra que se transformaba en poesía.
            Todo esto acudía a mi memoria cada vez que decía “porque en noches como ésta, lo tuve entre mis brazos, lo besé tantas veces bajo el cielo infinito, como para acercarlo mi mirada lo busca, mi corazón lo busca, pero él no está conmigo, eso es todo” y me sacudía el sentimiento haciendo vibrar mi cuerpo reflejando en mi voz la ausencia del amor y la rebeldía al continuar con el poema y decir “a lo lejos alguien canta, puedo escribir los versos mas tristes esta noche. De otra, será de otra como antes de mis besos, su amor, su cuerpo claro, sus ojos infinitos” y la rabia cobra vida pensando en mi incapacidad para retener al ser amado para siempre. ¡Ay, Neruda, cuánto habrás sufrido también el desamor que te llevó a escribir estos poemas!
            “La misma noche que hace vibrar los mismos árboles y nosotros los de entonces ya no somos los mismos”  la verdad aplastante, el correr de la vida no se detiene y todo lo transforma”.
            “Ya no lo quiero es cierto, pero cuanto lo quise, es tan corto el amor y es tan largo el olvido”, finalmente la aceptación, la vida continua, y las cadenas afectivas son muy pesadas para que el olvido llegue pronto, sin embargo otras vidas se cruzan en el camino y de nuevo comienza la historia. “Porque en noches como esta lo tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberlo perdido, aunque este sea el último dolor que él me causa, y estos sean los últimos versos que yo escribo”.
Así termina el poeta la rima, sin embargo para un corazón enfermo de amor, la tristeza lo acompaña y el amor dura toda la vida.
Quiero compartir el siguiente poema que refleja un Pablo Neruda mas allá de los 20 poemas de amor, un Neruda con experiencia política y diplomática, que es capaz de convertir las tragedias de la vida en poesía.
La luna duerme sobre las monturas.
La muerte amontonada y repartida
yace con los soldados de Zapata.
El sueño esconde bajo los baluartes
de la pesada noche su destino,
su incubadora sábana sombría.
La hoguera agrupa el aire desvelado:
Grasa, sudor y pólvora nocturna.
…Borrachita me voy
para olvidarte…
Pedimos patria para el humillado.
Tu cuchillo divide el patrimonio
y tiros y corceles amedrentan
los castigos, la barba del verdugo.
La tierra se reparte con un rifle.
No esperes, campesino polvoriento,
después de tu sudor la luz completa
y el cielo parcelado en tus rodillas.
Levántate y galopa con Zapata.
…Yo la quise traer
dijo que no…
México, huraña agricultura, amada
tierra entre los oscuros repartida:
de las espadas del maíz salieron
al sol tus centuriones sudorosos.
De la nieve del Sur vengo a cantarte.
Déjame galopar en tu destino
y llenarme de pólvora y arados.
…Que si habrá de llorar
pa´ qué volver…


En 1969, Pablo Neruda es propuesto candidato a la presidencia de Chile y, bajo esa perspectiva recorre el país durante varios meses, dando origen a la creación de la Unidad Popular, la que finalmente, condujo a la presidencia a Salvador Allende, en 1970.
Fiel a su ideología, Neruda publica en 1973, Alabanza de la Revolución Chilena, su aportación para la campaña de los comicios parlamentarios. En ese mismo año, el 11 de septiembre, el gobierno constitucional de Salvador Allende fue víctima de un golpe militar encabezado por el comandante en Jefe del Ejército, general Augusto Pinochet Ugarte cuyo resultado fue:
  • La toma del poder por la Junta Militar, vale decir, por Pinochet.
  • La muerte del presidente Salvador Allende.
  • La disolución del Parlamento y
  • La supresión de toda actividad política en los partidos
A ese conflicto, Chile tendría que sufrir también, la pérdida del poeta de América: Pablo Neruda, quien fallece el 23 de septiembre de 1973 y es sepultado en medio del silencio del pueblo chileno, que grita al mundo su dolor y del estupor mundial, mientras su casa era saqueada.
El reconocimiento mundial ya lo tenía Neruda mucho antes de su muerte, habiendo recibido entre múltiples honores, los siguientes:
  • Premio Lenin de la Paz, 1953.
  • Lo invitan a un Congreso en Colombo, Ceilán, 1957.
  • En Venezuela, es objeto de grandes manifestaciones de afecto,1959.
  • Le otorgan el título de doctor honoris causa, en Filosofía y Letras por la universidad de Oxford, Inglaterra, 1965.
  • La Asociación de escritores peruanos lo condecora con la insignia del Sol de Perú, 1966.
  • Se le nombra embajador de Chile, en Francia, 1971.
  • En octubre de 1971 recibe el Premio Nobel de Literatura


A semejanza de Neruda cuando fue cónsul en París, el gobierno mexicano, presidido por el general Lázaro Cárdenas, también brindó todo su apoyo a la migración española hacia México, durante la guerra civil de España.En 1940, cuando Neruda asume el cargo de cónsul de Chile en México y, al igual que en París y Chile, continúa con gran energía su lucha antifascista.Neruda, fue atacado por un grupo pronazi, en Cuernavaca, Morelos. La Universidad Nicolaita de Michoacán, le otorgó a Pablo Neruda el título de doctor honoris causa, en 1942.El gobierno mexicano le condecora con la orden del Águila Azteca el 18 de enero de 1946.Durante su estancia en México, Pablo Neruda conoció a los grandes muralistas mexicanos Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.Cuando Pablo Neruda publicó, en 1950, su Canto General, éste fue ilustrado por Rivera y Siqueiros.Entre los poetas mexicanos contemporáneos a Pablo Neruda, se pueden citar a Efraín Huerta, a Carlos Pellicer Cámara, a Xavier Villarrutia y a Jaime Torres Bodet.



Lic. Acela Castro López DTM. Presidenta Club Visionarios Xalapa – Injuver Septiembre 2010
Toastmaster Distinguida, Promotor y Gestor Cultural

domingo, 19 de septiembre de 2010

Miradas a la comunicación

Radio y televisión al servicio de la sociedad
Lourdes Hernández Quiñones
Con solidaridad para los paisanos
veracruzanos que  han resultado damnificados
por el huracán Karl



La radio y la televisión públicas han tenido, por lo general, muy mala imagen entre la población. Cuando los ciudadanos se refieren a cualquiera de ellas, siempre las catalogan de aburridas o anticuadas, y es que en la mayoría de las ocasiones son una copia mala de la televisión o de la radio comercial, a pesar de que se trata de medios de difusión que por su carácter público deberían dirigirse a sus radioescuchas o televidentes con mayor responsabilidad
.
Radiotelevisión de Veracruz acaba de dar muestra de cómo estos sistemas estatales pueden cumplir con su tarea social,  al acompañar a los habitantes y volverse parte importante de un sistema de protección civil. Y es que se trata de medios de difusión masiva cuya función es la de servicio.

Durante varios días, previo al arribo del huracán Karl a tierras veracruzanas y posteriormente, ya sea en la pantalla del televisor o en el cuadrante radiofónico, las voces de reporteros, conductores, funcionarios y especialistas, alertaron e hicieron llamados para garantizar la seguridad de la población ante la llegada de este fenómeno natural. Poder escuchar a Federico Acevedo del Centro Estatal de Estudios del Clima, o a Silvia Domínguez, Secretaria de Protección Civil,  permitió que con anticipación, como deben ser las tareas preventivas, los ciudadanos conociéramos la trayectoria del huracán y, de esta manera, tomáramos las medidas pertinentes; la presencia del gobernador, en ocasiones haciendo uso de la voz como un meteorólogo y en otras como un verdadero estadista, dirigiendo a los responsables de las distintas dependencias para evitar pérdidas humanas, probablemente tuvo como resultado  que muchos de quienes lo escucharon sintieran mayor seguridad ante las acciones responsables e inmediatas que se llevaron a cabo, como fue la evacuación de muchas personas de diversas zonas donde se esperaba la llegada de este Huracán.


Acompañando toda esta tarea, de por sí compleja, y coordinados por Ángel Martínez Armengol, Subdirector de Noticias de RTV, reporteros y locutores han estado presentes en la radio y la televisión de los veracruzanos, desde el momento en que Karl tocó tierra, aún con los riesgos que esto implicaba; y después recogiendo los testimonios de los afectados. Todos los periodistas de este sistema informativo han demostrado un gran profesionalismo y compromiso con el deber de informar desde una radio y una televisión públicas. No han tenido temor de caminar bajo los techos de lámina o las palmeras y árboles caídos, como tampoco han tenido reparo en caminar entre las corrientes de los ríos, y en no pocas ocasiones se les ha notado en la voz su conmoción y tristeza ante la tragedia.

Ya en ocasiones anteriores Radiotelevisión de Veracruz había realizado una tarea similar. Sin embargo ahora, y quizás por la magnitud de los daños, la característica general de sus transmisiones ha sido la de un llamado responsable, sin amarillismos,  para salvaguardar la seguridad de los habitantes, diríamos que desde un humanismo que cree con firmeza que lo colectivo es lo que permite sustentar a la sociedad que busca construir un mejor futuro.  Así, el llamado para que todos nos unamos a las tareas de limpieza y reconstrucción que ahora se habrán de emprender con donaciones de comida, ropa, medicinas y otros enseres para los damnificados, es un exhorto para sumarnos y ser más en esta tarea colectiva de comunicación. Se trata de responder al llamado de la sociedad que ahora nos necesita y que podemos escuchar por un sistema estatal de radiotelevisión: Radio Más y TV Más, las de los veracruzanos.


domingo, 12 de septiembre de 2010

Voz invitada

Esta semana los invitamos a leer el artículo de Sabino Cruz, gestor cultural y periodista, quien hace un análisis del trabajo cultural desde las instituciones y desde los creadores.

Agenda Cultural



Sabino Cruz V.


Cultura y poder

Guillermo Bonfil Batalla entendía por poder en política cultural, la capacidad de decisión del sector de las artes y la cultura para promover, impulsar, cuestionar o rechazar alguna acción del gobierno federal, estatal o local o de cualquier otra instancia que tenga vínculos con alguna expresión simbólica; sea a través de un programa, reconocimiento, subsidio o promoción a un elemento identitario.

Este aumento de fortalezas y habilidades del grupo de las artes y la cultura –sean estos visuales, escénicos, sonoros, literarios o de las expresiones originales- para participar, negociar, influir, controlar las acciones que afecten sus vidas y hacer que las instituciones rindan cuenta (Narayan, Banco Mundial, 2002), sería la manifestación visible del respeto e importancia que se tendría para este segmento de la sociedad.

Sin embargo, en la actualidad se está muy lejos de que autoridades alguna -de cualquier nivel de gobierno- tomen en cuenta las opiniones, sugerencias y necesidades de la mayoría de los miembros, pues con mucha frecuencia, sólo es la visión de un grupo de notables la que permea en las políticas culturales.

Esto, que en principio responde a una lógica de la administración pública, y a la falta de espacios y recursos para hacer una amplia convocatoria para que participen los distintos actores del quehacer creativo, en realidad, detrás están los usos y costumbres -por no decir cotos de poder- que un reducido grupo de artistas consagrados hace suyo para seguir gozando de beneficios personales.

Desafortunadamente lejos se está de la construcción de una cultura en la que sociedad de artistas y administraciones públicas promuevan las iniciativas que impulsen nuevamente el desarrollo de las expresiones sensibles del estado o de alguno de los doscientos doce municipios, teniendo como principio la apertura de oportunidades a todos, sin distingo de sexo, nivel económico, propuesta estética y filiación partidista.

Pero más lejos está la solidaridad gremial entre los distintos miembros que conforman el grupo de las artes, y mucho más alejada, la conciencia de clase y el sentido social dentro del conglomerado, lo que debilita la cohesión y vulnera el escudo contra las imposiciones y restricción presupuestales

En tanto no haya una unidad - –no digamos entre los distintos protagonistas- sino entre los mismos artistas pláticas, bailarines, actores, músicos, literatos, se supere el canibalismo, la descalificación a priori y la amnesia histórica [la dialéctica de la negación por la negación], difícilmente se tendrá una organización sólida y comprometida con los proyectos nacionales.

El notable divisionismo entre colegas, producto quizás a la escasa promoción de elementos identitarios en los centros educativos por parte de las autoridades como del personal docente, es quizás el factor que incide en el limitado sentido gremial de los artistas.

Mientras los artistas mestizos o nativos no se asuman como una clase social, les será difícil tener un mejor acceso a la información, a la transparencia de recursos, la rendición de cuenta, y la capacidad de decisión; pero principalmente a la asignación y conservación de un presupuesto.



Sabino Cruz V. Tiene la Maestría en Historia del Patrimonio Cultural (Ibero-Puebla); la Especialidad en Políticas Cultural (UAM/OEI); así como los Diplomados en Gestión Integral de Políticas e Indicadores Culturales (OEI/CONACULTA) y  Gestión Cultural y Arte (CONACULTA/UV/IVEC). Es Catedrático de la Facultad de Teatro-UV y analista cultural de los Diarios AZ y Milenio El Portal.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Voz Invitada

(Agradecemos al periodista Álvaro Belín su comentario en la columna Hora Libre que hoy reproducimos)

Hora Libre
Álvaro Belin Andrade

En Veracruz, la cultura indigesta


Aunque ya tiene una historia de desencuentros y claudicaciones, en los últimos seis años la cultura en Veracruz ha sufrido uno de sus más infaustos periodos, si no es que el más digno de olvido.

Y este panorama desolador ha ocurrido tanto en el impulso que, en la estructura gubernamental, supuestamente debía darse desde el Instituto Veracruzano de Cultura (IVEC), como en la Universidad Veracruzana, donde un cacicazgo solapado por el rector Raúl Arias –y respaldado desde el gobierno estatal– ha impedido refrescar un espacio de creación colectiva que parece a punto del infarto.

Si alguien quisiera referirse al fenómeno cultural en Veracruz en el sexenio que concluye, podría describirlo con una frase inequívoca: sobrevivencia por ocurrencias.

Ya el hecho inaugural de transferir la cultura al espacio de promoción turística nos habla de una concepción que ha prendido en varios países y, con los gobiernos panistas, en México, que es supeditar la actividad cultural a las necesidades del espectáculo y, más específicamente, de uno que atraiga divisas.

Esta orientación economicista, que desprende a la cultura de su más cercano aliado, la educación, y la ofrenda como ornamento para el consumo de los otros, los de fuera, aquéllos que se desea atraer como abejas al panal, condena a los de dentro, a creadores y consumidores internos, a los hacedores del fenómeno cultural propiamente dicho, al infierno de la dádiva otorgada a capricho.

A estos, sean artistas plásticos o ejecutantes, creadores o promotores, diseñadores o pensadores, esta visión los orilla a perder el tiempo en antesalas, a depender de una beca que no llega y que más valdría no obtener porque es más alto el costo para el artista que debe regalar su producción, a sufrir por sus proyectos extraviados entre secretarias y ayudantes, erigidos como los nuevos protagonistas de oficinas dirigidas por burócratas bochornosos.

¿Cuál es el camino para que un proyecto tenga apoyo gubernamental? Cazar al gobernador Herrera en alguno de sus actos públicos para venderle la idea, cuando el mandatario podía ahorrarse esas incómodas entrevistas si los responsables del ramo hicieran su trabajo… o se les dejara hacerlo.

No es una casualidad que quienes estén al frente de las dependencias culturales del gobierno estatal y la UV sean personajes cuyo máximo expertise tenga que ver con comercios electorales a nivel de piso, bufonadas mediáticas para granjearse el favor de analistas políticos y una gran elasticidad para bajar la cerviz.

Por ello, entre la cultura del repujado y el migajón y la alta cultura, esa que llena parques y galerías con la obra de artistas renombrados, poco espacio ha quedado para cientos de hacedores de arte y cultura, que deben improvisar espacios en azoteas, antros que hoy los jóvenes denominan centros de convivencia, parques públicos, cafeterías y tiendas de arte, para exponer su trabajo

Muchos han debido rebajarse al nivel de vendedores ambulantes en los grandes festivales ‘culturales’, como la Cumbre Tajín, para colocar sobre tapetes improvisados el producto de su creatividad, a la espera de que algún turista, con la compraventa, les permita al menos su supervivencia. ¡Esto es el Veracruz cultural, señores!

El IVEC, ¿una insana golosina?

¿Qué ha sucedido con el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC), cuyo nacimiento en el gobierno de Fernando Gutiérrez Barrios, bajo la dirección de Ida Rodríguez Prampolini, atrajo las miradas de todos los rincones del país por su enorme energía e interesantes propuestas, y permitió vestir una labor que impulsó el orgullo de ser veracruzano?

Prácticamente, nada.

Ya lo comenta Lourdes Hernández Quiñones en su blog Senderos de lo Cultural (http://senderosdelocultural.blogspot.com), con mucha precisión y conocimiento de causa:

“¿Por qué no ha sido reestructurado el IVEC cuando es ya una situación inaplazable? Habría que replantear, de inicio, una instancia con menos dificultades y complejidad administrativa, con el propósito de que las áreas operativas puedan funcionar mejor. Se trata de fortalecer los departamentos y oficinas que son los facilitadores del quehacer cultural y entender que lo administrativo cumple exclusivamente una función de apoyo.

“No existe, hasta el momento, un área que tenga que ver con las industrias culturales. ¿Dónde está la producción de discos que en la administración de Leticia Perlasca tuvo una proyección fundamental? Tampoco existe un área encargada de asuntos internacionales o de vinculación con instituciones. Hay que reconocerlo, la estructura del IVEC requiere de renovarse para adecuarse a los tiempos que estamos viviendo: Renovarse o morir…

“¿Dónde ha quedado el trabajo de investigación que caracterizó en su fundación al IVEC y que le permitió tener un lugar de reconocimiento en el ámbito nacional? ¿Dónde ha quedado la sistematización de la información cultural para la toma de decisiones? ¿Qué fue del programa infantil, de su vasto programa editorial?”

Lourdes Hernández plantea cómo fue desoído el diagnóstico completo sobre las carencias y omisiones que presentaba el IVEC en 2005, elaborado por Esther Hernández Palacios, su primera directora en el sexenio, con el objeto de normar la política cultural del actual gobierno estatal, y que poco pudo hacer porque lo que se necesitaba ahí era un simple y sencillo burócrata, que no tuviera ideas ni molestara con propuestas.

Un debate serio y crítico debiera caracterizar la definición de lo que, en esta materia, definiría la gestión del próximo gobierno; un debate que no se caracterizara por la celebración de simples reuniones sociales, diseñadas para autoelogios o discursos huecos y fantasiosos.

Ojalá pueda lograrse eso. Una propuesta de bote pronto es que la cultura regrese al sector educativo y deje las áreas de promoción turística, donde ni se le oye, ni se le ve ni se le habla.



(Álvaro Belín, periodista, con licenciatura en Derecho por la Universidad Veracruzana y estudios inconclusos en Sociología por la UNAM.Desde 1979 ha colaborado en medios de comunicación en Xalapa, entre los que se cuentan Radio Universidad, TV Más y diversas publicaciones periódicas.
La Unión de Periodistas Democráticos (UPD) le otorgó en 1988 el Premio Estatal de Periodismo, en el género de Entrevista. Fue jefe de prensa de la Legislatura local; secretario de Información y Propaganda del PRI en el estado de Veracruz; director de Comunicación Social de la UV entre 2002 y 2005, luego de desempeñarse como jefe del Departamento de Prensa desde 1997. A su paso por la UV, creó la revista “Gaceta” y el semanario “Universo. El periódico de los universitarios”, publicaciones que dirigió hasta diciembre de 2005. Fue electo Presidente de la Asociación Nacional de Comunicación y Relaciones Públicas de Instituciones de Educación Superior (ANARPIES), para el periodo 2003-2005.Fue invitado a participar como ponente en las XV Jornadas Formativas de la Asociación de Gabinetes de Comunicación de las Universidades Españolas y Centros de Investigación, celebradas en la Universidad de Vigo, España, en mayo de 2004.Organizó el primer Congreso Iberoamericano de Comunicación Universitaria, celebrado en Boca del Río, en septiembre de 2003, y colaboró en la realización del segundo Congreso, celebrado en la Universidad de Granada, en marzo de 2005.Contribuyó con el capítulo Retos de la comunicación universitaria en México, en el libro “Mass media y Universidad. El reto de la comunicación en las universidades”, aparecido bajo el sello de la Editorial de la Universidad de Granada.)





lunes, 6 de septiembre de 2010

IV: Miradas a lo cultural




IV. Miradas a lo cultural: Pertinencia y actualidad de la estructura, programas y actividades del Instituto Veracruzano de la Cultura

Lourdes Hernández Quiñones


El Programa Veracruzano de Desarrollo Cultural 2005-2010 que redactaría la doctora Esther Hernández Palacios, entonces directora del Instituto Veracruzano de la Cultura, plantea un diagnóstico de la situación que guardaba dicha institución al iniciar la administración de Fidel Herrera Beltrán, la cual, a casi seis años de distancia, no ha variado en absoluto. Y no sólo eso, la problemática es aún mayor.

El documento de referencia hacía mención de varios asuntos que requerían de una atención urgente: debilidades en la operación de programas; insuficiencia general en la oferta de espacios culturales; segmentos de la población que no han sido considerados en el diseño de los programas; expresiones estéticas no atendidas; debilidades en la promoción y difusión de la creación cultural; planeación distante del entorno sociocultural; y una operación administrativa complicada.

A dichos asuntos habría que agregar otros vacíos de fundamental importancia: desconocimiento de las iniciativas, acuerdos y programas internacionales en materia de cultura, en particular los establecidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO); estancamiento en el establecimiento y desarrollo de casas de cultura; y revisión profunda y replantamiento de la estructura del IVEC para responder con mayor eficiencia a las demandas culturales de la población.

En este sentido, la doctora Hernández Palacios sabía muy bien de qué hablaba, cuando se afirmaba que existía-existe-debilidad en la operación de programas. Y es que muchos de ellos, al depender exclusivamente de presupuestos federales, se encuentran sin una garantía para su continuidad. Si bien en varios de los casos que se opera con presupuesto del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, existen convenios con el estado de Veracruz para que éste aporte por lo menos una cantidad similar, en muchos casos el presupuesto fluye tardíamente. En general, el presupuesto asignado el Instituto Veracruzano de la Cultura ha tenido una disminución considerable, lo que no ha permitido garantizar el desarrollo de diversas actividades.

Ya en otro artículo hacíamos referencia a la problemática de los espacios culturales, insuficientes para toda la oferta artística de los grupos independientes e institucionales de Veracruz. Falta creatividad e imaginación para canalizar las expectativas de los creadores.

Asuntos cruciales son la planeación y organización de actividades sin considerar el entorno cultural; es decir, sin escuchar las demandas de los creadores, intelectuales e intérpretes, así como del público y de los gestores culturales.

¿Por qué no ha sido reestructurado el IVEC cuando es ya una situación inaplazable? Habría que replantear, de inicio, una instancia con menos dificultades y complejidad administrativa, con el propósito de que las áreas operativas puedan funcionar mejor. Se trata de fortalecer los departamentos y oficinas que son los facilitadores del quehacer cultural y entender que lo administrativo cumple exclusivamente una función de apoyo. No existe, hasta el momento, un área que tenga que ver con las industrias culturales. ¿Dónde está la producción de discos que en la administración de Leticia Perlasca tuvo una proyección fundamental? Tampoco existe un área encargada de asuntos internacionales o de vinculación con instituciones. Hay que reconocerlo, la estructura del IVEC requiere de renovarse para adecuarse a los tiempos que estamos viviendo: Renovarse o morir…¿Dónde ha quedado el trabajo de investigación que caracterizó en su fundación al IVEC y que le permitió tener un lugar de reconocimiento en el ámbito nacional? ¿Dónde ha quedado la sistematización de la información cultural para la toma de decisiones? ¿Qué fue del programa infantil, de su vasto programa editorial?

Para el próximo gobernador de Veracruz, el compromiso es mayúsculo y la tarea compleja